Una galaxia, muy, muy lejana
Mi generación creció jugando con las figuras de Star Wars. Con 8 años, aún recuerdo que mi petición a los reyes fue que me trajeran “El halcón milenario”. Lamentablemente, mis reyes fueron antibelicistas y solo recibí de extranjis, vía mi añorada hermana, un C-3PO. Mi historia con la saga se cortó abruptamente tras la decepción real.