Con un programa realmente interesante, Anne-Sophie Mutter se presentará en el Palau de la Música Catalana el próximo jueves 20 de octubre. Quizás lo más relevante de este programa sea que nos permitirá descubrir una faceta nueva de la gran violinista alemana. Hasta ahora, cuando uno piensa en Anne-Sophie Mutter, piensa en una de las grandes solistas de las últimas décadas. Poseedora de una sonoridad llena, robusta, que puede atravesar verdaderos muros orquestales y que suele quitar el aliento precisamente por esta característica entre otras varias, cuando aborda conciertos como el de Brahms, Sibelius o Chaikovski. Pero en este programa, la maestra Mutter se presentará como la primer violín de un cuarteto de cuerdas, papel muy alejado de todo virtuosismo y que más bien requerirá de sus enormes habilidades como líder para agrupar al resto de músicos en un todo bien balanceado.
Las obras seleccionadas por la maestra, nos dan muchas pistas de lo que podemos esperar de esta velada, que promete música con mayúsculas. En primer lugar, disfrutaremos de uno de los cuartetos del opus 20 de F.J.Haydn, en concreto el número 1 en Mi bemol Mayor que es una obra simplemente deliciosa. El grupo de 6 cuartetos que integran este opus es sin lugar a dudas, el primer gran hito dentro del surgimiento del cuarteto como una forma musical madura y con un largo trayecto por recorrer. Haydn experimenta muy afortunadamente con una escritura cada vez más atrevida en lo melódico, generando con ello además, relaciones de índole armónico muy particulares entre los cuatro instrumentos. Al disfrutar de estas obras, descubrimos como las melodías en cada instrumento cantan de manera más y más independiente, pero guardando un profundo equilibrio con el resto del grupo. Estamos ya ante piezas que no buscan solo agradar y hacer pasar un buen rato, si no que miran mucho más lejos y con una mayor profundidad, estética necesitando de músicos solventes y con una musicalidad a flor de piel.
La siguiente obra del programa es el cuarteto número 2 del opus 18 de L v Beethoven, obra juvenil del compositor, que si bien guarda muchas deudas musicales con Haydn, también es cierto que logra en esta obra una espléndida muestra del inmenso oficio que ya había logrado desarrollar a los treinta años. El Cuarteto de cuerda n. ° 2 en sol mayor, op.18, núm. 2 (en realidad, el tercero) no es una pieza rompedora o que proponga ningún tipo de innovación formal, ello no impide que sea una partitura pletórica de belleza y llena de una música de la más alta calidad. Cierto, es un Beethoven que aún está viendo a sus referentes. Haydn sobre todo sobrevuela persistentemente a lo largo de toda la pieza pero, y esto también es fundamental tomarlo en cuenta, la firma de Beethoven siempre se adivina, quizás aún como una tenue insinuación, pero está en cada nota de la obra.
La velada concluirá con el estreno en España de la obra de J. Widmann Cuarteto de cuerda núm. 6, “Study on Beethoven”, obra dedicada a la maestra Mutter y que es un profundo estudio sobre lo que el cuarteto de cuerdas aún tiene por dar a nuestra época, utilizando la obra de uno de sus mayores referentes: Beethoven. Pero no solo es explorar en la forma, si no tambien sumergirse en su lenguaje y en la tonalidad misma como sistema, precisamente cuando para muchos ya no tiene nada que aportar a nuestra época, ni al arte de hoy en día.
El mismo compositor lo expresa de esta manera “la tonalidad o al menos sus supuestos fundamentales, se establecen inicialmente como un montaje de estudio para permitir la posterior experimentación, variación y formulación de excepciones con el deseo y una convicción firme de que es posible expresar algo innovador y nunca antes escuchada con este material fundamental aparentemente agotado”.
La velada se antoja simplemente fantástica. Toda una oportunidad de disfrutar de tres fantásticos cuartetos. Acompañando a Anne-Sophie Mutter estará la violinista coreana Ye-Eun Choi, el violista alemán Vladimir Babeshko, y el violonchelista español Pablo Ferrández. Recordar que la cita es el próximo jueves 20 de octubre a las 20 horas en Palau de Música Catalana.
Ese cuarteto de Haynd es una maravilla de profundidad y equilibrio y la constancia una vez
más de que la existencia de la música se justifica por sí misma. Muchos te agradecerán el comentario, Fausto.