Esta semana les propongo escuchar más, y leer menos.  Se trata finalmente de disfrutar de la música. Así que hablaremos de   “les Folies d’Espagne” . Tema recurrente donde los haya durante todo el barroco y mucho tiempo atrás incluso. Su uso se extendió por varios siglos, casi todos los grandes nombres de nuestro canon musical en algún momento trabajaron con este tema.  La folia es el soporte armónico y melódico de maravillosas obras que en las más variadas presentaciones  han ido mostrando la maleabilidad de este tema.

Sus orígenes están localizados en la península ibérica a partir del siglo XV, pues es mencionada ya por autores como el dramaturgo portugués Gil Vicente, como una danza de frenético tempo además de  desbordante y  casi lujurioso modo de bailarse.  El tema fue propagándose por toda Europa y sufriendo, como no puede ser de otro modo, trasformaciones. Este pequeño post no intenta hacer un estudio en profundidad de algo tan complejo y apasionante, es simple y llanamente invitarlos a disfrutar de un ramillete de opciones que me apasionan y que muestran muy claramente la versatilidad y la ductilidad de la Folia.

El primero de ellos,  es  quizás, la primera folia que conocemos,  se llama “ Folia de Rodrigo Martinez”, no se conoce su autor  y aparece compendiada  en el celebérrimo “Cancionero de palacio” que entre muchas obras, consigna villancicos y obras musicales diversas  de la época de los Reyes Católicos.  La versión que les propongo es la del maestro Jordi Savall y Hespèrion XXI.

 

Parece ser, que fue Jean-Baptiste Lully el que dio  forma y nombre a lo que ahora conocemos como  “Folie d´Espagne”. Modificó el tempo y la estructura de la danza al gusto de Versalles,  convirtiéndola  en algo mucho más sosegado y regular en todos los sentidos, sin por eso perder fuerza e intensidad. La versión que les comparto es la que podemos disfrutar en la película “Le roi danse” (2000) del cineasta Gérard Corbiau y que corre a cargo de Musica Antiqua Köln y su director, Reinhard Goebel.

Ya desde Lully se estableció que la “folia” era un tema para realizar variaciones, donde él o los intérpretes, mostraran  no solo pericia técnica al instrumento, sino además, su buen gusto e imaginación al sugerir las variantes al tema original. Maestros como Corelli, Marais, Haendel o Vivaldi escribieron  variaciones de una dificultad técnica muy elevada para la época, pero sobre todo de una belleza luminosa. De Vivaldi les comparto su “Trio Sonata in D minor, RV 63”, potente obra llena de una fuerza y un virtuosismos de gran factura.

 

Como no podía ser de otro modo Johan Sebastian Bach escribió también música sobre la “folia”. Lo hizo en una de sus cantatas profanas en concreto “Mer hahn en neue Oberkee”, BWV 212  estrenada  en Leipzig el 30 de agosto de 1742. La obra está escrita en honor de Heinrich von Dieskau, noble muy poderoso en Leipzig  que para celebrar sus 36 años organizó un gran despliegue con fuegos artificiales y donde siguiendo la costumbre, recibió el homenaje de los campesinos del lugar. Bach como autor de la música y  Picander como libretista intentaron agradar al homenajeado al escribir una obra desenfadada y muy ligera. Así por ejemplo, el texto está escrito en dialecto sajón  y la música tiene su origen en tonadas populares, causa por la cual el octavo número que es una aria para soprano “Unser trefflicher” está basada en la folia.

La versión que les propongo es muy peculiar, está grabada en Francia en 2011 al frente del Choeur de Chambre de Namur  junto con su director titular, el argentino  Leonardo García Alarcón.

 

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