El verano con sus calores, sus baños y sus múltiples actividades nos permite renovar fuerzas, afinar los objetivos y prepararnos para nuevos proyectos. Pareciera que todo se detiene, hay menos conciertos, los festivales de verano incluso descansan unos días. Este pequeño blog lleva ya varias semanas de vacaciones, el cooltureta  y su batuta  está invernando en verano. Pensando y ajustando temas, sentires, pálpitos, datos y sobre todo sensaciones que darán materia a las próximas publicaciones.

En este tiempo apetece irte al bosque y escucharlo cantar  en medio de la chicharra que cae. Tenderte en la arena de la playa, aguzando  los sentidos para conectarte con el mar y el viento que sopla. Andar por la ciudad mientras devoras un buen helado y el color y la actividad que te envuelve te estalla en la cara. En verano apetece vivir de afuera hacia dentro, vaciarse por completo y llenar ese vacío con nuevas y luminosas vivencias.

 

En verano la música no para, pero suena de otro modo por que proviene de otra parte. Se emite desde la más absoluta vivencia y así nutre y da sentido a los sonidos que cantaremos en próximas fechas.

Cuando se ha disfrutado de las cosas de este mundo no se puede ser mal músico, porque se sabe vibrar con la vida, y tu vida forma parte de manera orgánica de un todo que nos supera.

Seguimos en el camino.